Cómo bromear para no ofender a los seres queridos.
Relación / / December 30, 2020
Las bromas a menudo se perciben como inofensivas y no requieren censura. Es solo humor, no un insulto deliberado. Significa que no hay nada de qué ofenderse y ser tan marica, eso es todo.
Sin embargo, las bromas no solo divierten y unen a las personas. Pueden dañar a una persona y, a menudo, son solo una de las formas agresión pasiva. Expertos del centro psicológico estadounidense The Gottman Institute han creado una pequeña instrucciónHumor: cómo ser consciente sobre cómo bromear conscientemente y por qué es importante. Estos son los aspectos más destacados.
¿De dónde vienen los chistes ofensivos y qué son?
El humor ofensivo es el resultado de la inconsciencia.
La mayoría de las veces, el bromista no quiere ofender a nadie. Simplemente es descuidado con lo que dice y no piensa en el hecho de que su humor puede ofender a alguien. Tal persona puede no tener suficiente inteligencia emocional e incapaz de sentir el estado de ánimo y la reacción del interlocutor. Y al final, ante la incomprensión y el resentimiento, él mismo se indigna de verdad: “¡Bueno, perdóname! Solo estaba bromeando ".
Este enfoque es parcialmente comprensible. El humor se considera una especie de territorio de libertad, una especie de campo donde no hay lugar para las restricciones, porque la gente está de acuerdo tácitamente en que esto es una broma.
Por lo general, varios grupos de declaraciones se vuelven ofensivas:
- Sarcasmo: "Sí, sigue, muy interesante: ya ves, yo apenas bostezo".
- Burlarse de las deficiencias de una persona y atacar sus puntos débiles: “Bueno, ya tienes 40 años. ¿Cómo es que la arena aún no está cayendo? "
- Travesuras y mímicas.
- Intenta envolver alguna especie de pretensión o incluso un insulto con humor: "Machacas así el pastel, me temo, y me vas a comer".
- Chistes que tocan temas sociales sensibles: violencia, racismo, discriminación y así sucesivamente.
Hay situaciones en las que ese humor al borde es aceptable para todos los participantes en la conversación, y luego no hay nada de malo en estos chistes. Pero en otros casos, pueden resultar ofensivos o incluso peligrosos.
¿Qué hay de malo con "solo bromas"
1. Duelen
Puede decir todo lo que quiera que todo el mundo a su alrededor se ha vuelto demasiado mimado y está siendo infringido literalmente por cualquier palabra. Pero si una persona es lo suficientemente insensible como para reaccionar con calma al humor más grosero y provocador, esto no significa que todos tengan que ser así.
Una persona tiene derecho a sentirse ofendida por una declaración dura, incluso si suena a broma. No puede apagar sus emociones y "ser más sencillo". Esto significa que las personas que lo rodean, al menos las más cercanas, deben ser más sensibles y conscientes a la hora de elegir palabras.
2. Conducen a la violencia
No se trata de sarcasmo o agresión pasiva, sino de bromas sobre temas completamente serios: violencia, sexismo, racismo, discriminación, burla de las personas. con necesidades especiales.
Tal humor, por así decirlo, legitima la actitud desdeñosa o burlona hacia estos temas, los transfiere de la categoría de serios a la categoría de divertidos. Además, normaliza la violencia y la discriminación hasta cierto punto, las hace menos aterradoras y más aceptables: dado que es muy divertido, ¿por qué no intentarlo?
Por ejemplo, las bromas sexistas provocanUn marco para pensar en los efectos (no tan divertidos) del humor sexista discriminación e incluso violencia contra la mujer.
Cómo bromear para no ofender a nadie
Puede parecer que el humor sin la posibilidad de ofender a alguien es generalmente imposible. Pero vale la pena esforzarse por conseguirlo. Aquí hay algunas pautas.
1. Ponte en la piel de la otra persona
Refleje la situación y piense en cómo reaccionaría si le hicieran una broma similar. Sea honesto consigo mismo, no haga alarde de ello. Es muy posible que si te acostumbras al papel de tu interlocutor, el humor no te parezca tan inofensivo.
2. Considere el contexto
Con alguien picando chistes Puede ser apropiado: la persona le responderá en broma de la misma manera, se reirá y la situación se resolverá. Otros necesitan un enfoque más delicado. Si sabes que tu interlocutor es lo suficientemente vulnerable, o ves que está de mal humor, intenta elegir tus palabras con cuidado y bromea con más cuidado.
3. Piense en experiencias pasadas
Es probable que la persona con la que se está comunicando haya tenido experiencias desagradables en el pasado, lo que la hace especialmente sensible a los comentarios duros y la falta de tacto.
Por ejemplo, experimentó violencia. O su familia enfrentó el nacionalismo. O en un momento tuvo sobrepeso y por lo tanto acosado en la escuela. Esto significa que las bromas controvertidas o imprudentes pueden lastimar a esa persona con especial fuerza. Esto debe tenerse en cuenta.
4. Recuerda que puedes hacer una broma divertida sin ofender a nadie.
El humor no tiene por qué ser espinoso, mordaz y provocativo. Los chistes suaves y amables pueden ser divertidos. Y es mejor utilizar las declaraciones más discretas y respetuosas.
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