7 señales que deberían alertarle cuando se comunique con un cliente potencial
Estudio Y Trabajo / / January 07, 2021
1. Desorganización
Vale la pena tener cuidado cuando un cliente suele llegar tarde o reprogramar la misma cita varias veces. Mucho después de la reunión, continúa enviando nueva información. Lee sus mensajes sin prestar atención, lo que le obliga a responder la misma pregunta varias veces.
Si una persona muestra tal desorganización antes de iniciar un proyecto, ocurrirá lo mismo durante el trabajo. Y seguramente afectará el presupuesto, el tiempo y su cordura.
2. Problemas de comunicación
Es fácil encontrar un lenguaje común con la mayoría de los clientes, pero con uno simplemente no puede establecer comunicación. Constantemente tenemos que aclarar lo que quiso decir. Envía cartas que se contradicen entre sí, no puede generalizar ni transmitir información de forma concisa. Si nota tales señales, piense detenidamente antes de aceptar cooperar.
No solo cansa y ralentiza el proceso. Los problemas de comunicación pueden resultar costosos. Un malentendido puede llevar a horas de rehacer una tarea ya completada. Incluso si esto no sucede, las repetidas preguntas y aclaraciones en sí mismas también llevan tiempo.
3. Tratando de hacer parte del trabajo por ti
Siempre habrá un cliente que sea "aficionado" al diseño o que haya tomado cursos de programación en algún momento y, por lo tanto, crea que puede darte consejos o incluso rehacer algo por ti. Quizás él realmente tenga experiencia, pero como ahora está haciendo otra cosa, su tarea no debería preocuparle. Tiene derecho a ofrecer sus ideas, rechazar sus opciones y realizar modificaciones. Pero enviarle sus propios diseños para revisión o reelaborar lo que ha hecho es inaceptable.
En el buen sentido, el cliente tiene suficiente trabajo propio, por lo que contrata a un especialista. Su trabajo es brindarle la información y los recursos que necesita. Tratar de hacer el trabajo por usted demuestra que no se le respeta ni se confía en usted. Y sin esto no puede haber una relación laboral saludable.
4. Falta de un enlace
En sentido figurado, no debería haber dos amas de casa en una cocina. En una empresa con procesos de trabajo bien establecidos, el gerente asigna una tarea a una persona y espera que la complete. Si no tiene claro exactamente a quién responder las preguntas, porque varias personas le escriben, o cada vez que necesite enviar una copia de la carta a una docena de destinatarios, lo más probable es que el cliente haya Problemas. Dicha comunicación está plagada de malentendidos, conflictos y plazos incumplidos. Si desea asumir un proyecto, solicite un enlace para evitar confusiones.
Las pequeñas empresas emergentes pueden ser una excepción. Cuando solo hay 3-5 personas en un equipo, es natural que estén profundamente involucrados en todos los procesos. Si respetan su tiempo y tratan de facilitar la comunicación, probablemente no serán un problema.
5. Renuencia a tomar riesgos
Si un cliente pide hacer exactamente lo mismo que otra marca, o no quiere desviarse de una estrategia que ya tiene cinco años, piénselo bien. Imagínese si le resultará interesante y útil trabajar con él. No hay nada de qué avergonzarse en proyectos “seguros”, porque siempre se necesita dinero. Pero tomar demasiados de estos pedidos se reflejará en su cartera y se reanudará.
Quizás el cliente simplemente desconozca otras opciones. Intente sugerir una opción más arriesgada pero potencialmente más rentable.
6. La creencia de que su trabajo no requiere mucho trabajo.
Por ejemplo, un cliente pide hacer un folleto "simple". Lo más probable es que no conozca las complejidades de su profesión y no comprenda el proceso de creación de este folleto. O simplemente quiere ahorrar dinero por todos los medios, porque algo simple probablemente no requerirá mucho tiempo y esfuerzo.
Explique de qué se construye su trabajo y por qué la tarea puede llevar más tiempo. Si incluso después de eso el cliente insiste por su cuenta, piénselo dos veces antes de aceptar cooperar.
7. Estirar las negociaciones
Se reunió con el cliente tres veces, pero nunca llegó a un acuerdo final. Vas de un lado a otro, perdiendo un tiempo valioso, pero no estás seguro de que te vayan a confiar este proyecto en principio. Es como si se hubiera convertido en un consultor gratuito.
Ésta es una señal alarmante. Quizás el cliente esté decidido a recibir asesoramiento y no pagar nada por ello. No dejes que te traten así. La próxima vez que pida reunirse para usar su cerebro, responda que estará feliz de ayudar, tan pronto como se llegue a un acuerdo formal.
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