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Olvídate de montañas de platos. Primero, se fríe el pollo, y luego en la misma sartén, se cuece la pasta en una suave salsa cremosa de leche, nata y parmesano.
Caliente el aceite en una sartén a fuego medio-alto.
Coloca el pollo y sofríe durante 8 minutos por cada lado, sazona con sal y pimienta.
Transfiera los filetes a un plato.
Agregue ajo picado, caldo, leche, sal y pimienta a la misma sartén.
Lleve a ebullición, agregue la pasta y revuelva durante 3 minutos. Luego cocine 8 más hasta que estén al dente.
Vierta la crema, agregue el parmesano, revuelva y cocine un poco más hasta que espese.
Corta el pollo en trozos grandes y agrégalo a la pasta.
Espolvorea con hierbas antes de servir.
5.02