4 formas de decir "no" sin decir "no"
Miscelánea / / May 27, 2022
Estas técnicas universales son adecuadas tanto para cuestiones personales como laborales.
Es difícil de rechazar. A menudo tenemos miedo de decir "no" porque nos preocupa que se cuestione lo buenos que somos. Tenemos miedo de perder el favor de los demás o incluso defraudarlos y decepcionarlos.
La palabra “no” está tan fuertemente asociada con la culpa y el miedo que tratamos de estar de acuerdo rápidamente con todo. Incluso si estamos metidos hasta las orejas en los plazos, ya no podemos negarnos y no cumplir con la "pequeña solicitud" de un colega, conocido o familiar. Cuente cuántos de estos “pequeños favores” brinda por semana y comprenderá por qué apenas puede mantenerse en pie mientras otros usan sus recursos con fuerza y fuerza.
La capacidad de decir "no" es necesaria no solo para proteger los límites personales, sino también para mantener una reputación. Cuando asumimos nuevos proyectos con demasiada frecuencia, como en el trabajo, inevitablemente tenemos que sacrificar calidad por cantidad. Y si la calidad es mala, otros lo recuerdan, no importa cuántas cosas hermosas hayamos hecho antes.
Afortunadamente, no tienes que decir "no" para decir no. Esto se puede hacer de otras maneras también.
Cómo decir no sin decir no
1. Especificar fechas
Cuando alguien nos pide un favor, muchas veces se despierta en nosotros el ego que quiere demostrar una vez más lo hermosos que somos. Como resultado, prometemos con confianza que todo estará listo mañana.
En cambio, es mejor preguntar siempre en qué fecha debe realizarse la solicitud. Quizás ella esperará hasta el final de la semana o incluso un mes. Por supuesto, los asuntos urgentes no se pueden evitar. Lo principal es dejar de pensar que absolutamente todas las solicitudes son urgentes.
2. Establezca expectativas realistas
La próxima vez que te pidan un favor, reemplaza el consentimiento momentáneo con una frase simple: "Revisaré mi agenda y te responderé más tarde".
Esta respuesta mágica te permitirá hacer una pequeña pausa. Durante este tiempo, puede consultar su agenda, echar un vistazo a las tareas en las que ya está trabajando y decidir si puede completar la solicitud o no.
si es demasiado tiempo si no lo hace, la respuesta podría ser: "Estoy cargado hasta el lunes". ¿Y si atiendo tu pregunta el martes? Esto no será una negativa directa, sino que le permitirá al interlocutor entender que usted antepone sus propias prioridades y tareas.
Por supuesto, este método no es adecuado para casos urgentes. Pero su esencia es desaprender diciendo "sí" demasiado rápido, olvidándose de sus problemas.
3. Sugerir una alternativa
Todos queremos complacer a los demás alguna vez. Sin embargo, es importante aprender a hacer esto no a expensas de sus proyectos, tareas y bienestar.
Si recibe una solicitud que no puede cumplir, ofrezca otra solución. Por ejemplo: “Ahora no puedo hacerlo de ninguna manera, pero puedo dar contactos de otro especialista o un enlace a un sitio que ayudará a resolver el problema”.
No siempre es necesario sacrificar tu tiempo. Si puede ayudar a una persona a lidiar con su problema de una manera diferente, no es menos valioso.
4. Deje que otra persona establezca las prioridades
¿Qué haces cuando tu jefe te pide un favor? En lugar de decir “sí” de inmediato, intente responder de otra manera: “Actualmente estoy trabajando en varias tareas. ¿Cuál de ellos consideras más prioritario? ¿En qué debo enfocarme primero?
Tal respuesta le mostrará al interlocutor que ya está bastante ocupado y ahora debe decidir cómo necesita distribuir el tiempo. Esto le recordará al jefe que cada tarea requiere fuerza y las tareas nuevas hacen que prestes menos atención a las antiguas. Esto significa que el jefe tendrá que redistribuir tu carga él mismo.
Por qué es importante aprender a decir no
No todos los casos son urgentes, y no todos los casos son iguales. Aprender a decir “no” te cambia la vida. Dejamos de ser rehenes de nuestro horario y nos convertimos en su creador.
Al principio, te sentirás incómodo con el rechazo. Además, te regañarás por lo mala persona que eres. Pero tan pronto como notes que el mundo no se ha derrumbado y que quienes te rodean no han dejado de tratarte con respeto, será mucho más fácil.
Obtenemos lo que estamos dispuestos a soportar. Si disfrutas ser la persona que siempre dice que sí, pregúntate qué precio pagas por ello. La incapacidad de otra persona para planificar no debe convertirse en sus tareas urgentes. Todos conocemos a personas que se quedan sentadas durante semanas y, cuando llega la fecha límite, culpan a los demás por sus problemas. Es posible que desee verificar regularmente cómo les está yendo y preguntar con anticipación si necesitan ayuda en las próximas dos semanas.
Pero no esperes que tu habilidad planificar enseñará a esas personas a administrar su tiempo, en lugar de causar estragos constantemente en su horario. Cuando una persona ve que renuncias a todo lo que haces por el bien de sus problemas, no tiene motivación para resolverlos por su cuenta.
Una vez que te permitas poner tu vida y tu trabajo en primer lugar, tendrás mucho tiempo para las cosas realmente importantes. Recuerda lo que escribió en su libro Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva de Stephen Covey: “Necesitas decidir cuáles son tus principales prioridades y tener el coraje de decir no a todo lo demás educadamente, con una sonrisa y sin justificación. Puedes hacerlo si tienes un gran “sí” ardiendo dentro de ti”.
Leer también🧐
- 5 formas de rechazar la orden de tu jefe sin decir que no
- Cómo decir "no" cuando ya has dicho "sí"
- No, no y otra vez no: por qué no siempre debes estar de acuerdo con todos
Las mejores ofertas de la semana: descuentos de AliExpress, Yandex Market, Zarina y otras tiendas