En el reciente entrevista Para Entertainment Weekly, Jonathan Entwistle y Sean Levy (director y productor ejecutivo de "I Don't Like It") compartieron detalles sobre el programa y cómo funcionó en él. Recogió lo más interesante de lo que dijeron.
La similitud con Stranger Things no es más que una coincidencia
Levy es conocido como director y productor ejecutivo "Cosas muy extrañas». Por tanto, la comparación con la nueva serie no es de extrañar: se trata de dos historias oscuras, en el centro de las cuales se encuentra una adolescente con poderes sobrenaturales. De hecho, la coincidencia es accidental.
Según el productor, después de trabajar con éxito en Stranger Things, Netflix le pidió que eligiera y produjera cualquier proyecto que pensara que sería igual de divertido. La primera temporada de World's End se lanzó esa misma semana y Levy se dio cuenta de que quería trabajar con este director. - y Entwistle, a su vez, en este momento ya estaba pensando en la adaptación de la novela gráfica “Esto no es me gusta".
El programa difiere significativamente del cómic original.
La novela gráfica original es bastante oscura, y Entwistle no quiso trabajar en el tema del suicidio adolescente: "Esto se ha hecho antes, y no creo que sea un buen tema para divertirse". Por tanto, el objetivo era cambiar algunos aspectos de la historia, pero al mismo tiempo dejar el tema de la depresión, lo que hace que la trama sea más interesante. También agregó elementos de programas para adolescentes que él mismo vio en su juventud.
Los creadores se inspiraron en todos los adolescentes, desde Twin Peaks hasta X-Men.
En el lanzamiento, Entwistle presentó el espectáculo como una mezcla de Lady Bird y X-Men, y todo el resto del superhéroe, para el caso. Toda la cultura de masas de 1980-2002 se convirtió en una referencia directa: desde Fargo y Twin Peaks hasta Hooligans y Nerds, Girls in Pink y Dawson's Creek. El director pretendía recrear la atmósfera del mundo de la serie para adolescentes: una mezcla de todos los estilos posibles en la ropa y el entorno, para conseguir algo atemporal y no solo retro.
La duración de la primera temporada es un símbolo, no una limitación.
Aunque la mayoría de las series de Netflix ofrecen episodios más largos, "No me gusta esto", como "El fin de la mierda", consta de episodios de no más de 30 minutos. Al mismo tiempo, se desarrolla con bastante lentitud, lo que es atípico, dadas las limitaciones del formato. De hecho, el consejo de Entwistle de tratar la temporada más como un largometraje, dividido en episodios, es una especie de experimento sobre las capacidades de la plataforma.
La serie tendrá tantas temporadas como quieran los espectadores
En entrevista, los creadores admitieron que quieren seguir trabajando en la serie en el formato de la primera temporada: algo que atraiga a los espectadores, obligándolos a ver todos los episodios a la vez. Según Entwistle, está listo para trabajar en la serie siempre que los productores lo permitan y mientras la audiencia esté interesada en verla.